De mi pecho aturdido quiere escaparse un gavilán De mis labios sellados brota el almíbar de mi sed Ni en el mar encontrarán la sal que hay en este hotel Ni el calor que se ríe como en el filo de un volcán De mis penas tengo historias que no quisiera contar Pero en mi trágicomedia apareciste alguna vez Me regalaste tus alas y nunca entendí por qué Hoy quisiera agradecerte jugando a ser un juglar Y ahí voy, enredando palabras Como si alcanzará para darte algo decente Conviertes en vida la muerte Y mi oscuridad en una luz fosforescente Y acá estoy, caminando entre flores Mirando la Luna, creeyéndome un selenita Buscando te una margarita Para que no llores si la noche está marchita El lirio que yace al Sol El blanco de la flor El rosa del rubor Y una canción para tu amor