No puedo dejar mi llano Porque me daría nostalgia Al recordar sus paisajes Sus ríos y sus sábanas Y aquel apuesto muchacho Que conocí en el arauca No puedo dejar mi llano Ni linda campechana Que piqué con gran esmero Del cuero de la araguata Que no resistió su parto Al dar la becerra blanca No puedo dejar mi llano Ni olvidar sus noches claras Con su persogo e luceros Y el canto de paraulatas Que acompañaba mi cuatro Evocando serenatas No puedo dejar mi llano Ni el rancho que fue mi casa Donde estaba el soplador El caldero, la buzaca Las ollas, el garabato Y en el horcón, mi tinaja Por eso no dejo el llano Llano querido El que llevo aquí en el alma Con ese dejo e tristeza Por pensar en que me vaya Dónde estuve tantos años Entre corral y majada Las costumbres que aprendí En las noches y mañanas Las heredé de mi abuela Mujer de cabeza cana Que vivió siempre feliz Cuidando la flora y fauna Sus valores y principios Su moral y su constancia Los amarró al botalón De la fe y de la esperanza Para que el llano tuviera La paz que tanto le falta Les dejo esta petición Entre las cuerdas del arpa No se olviden de cuidar La tierra de mis entrañas No quiero dejar mi llano Este llano me hace falta