Entiendo que me digas que acá no es Que es en otro lado, que no es acá Pero yo te suplico que cuando me lo digas No pongas esa cara ni uses ese tono Como si solamente el suponer que fuera Acá que se atendieran esa clase de asuntos Fuera tan increíble, tan raro, tan ajeno A las leyes más simples de la naturaleza Tené siempre presente que si una vez, un día Por orden de quien fuera, esta misma oficina Pasara a hacerse cargo de esa clase de asuntos Nadie se moriría ni el sol se apagaría Los monos no hablarían ni el mar se secaría Ni se derrumbaría la casa de tu tía Entiendo que me digas que así no va Que me falta la firma de aquel señor Pero yo te suplico que cuando me lo digas No pongas esa cara ni uses ese tono Como si el solo hecho de no saber que existe Acá este requisito fuera tan degradante Tan bobo y vergonzoso, atrevido, ignorante Tan falto de cultura y tan desubicado Tené siempre presente que si una vez, un día Por orden de quien fuera o por otras razones Dejara de exigirse la firma de aquel tipo Nadie se afligiría ni el pan aumentaría Ni nadie aboliría la dactilografía Y no se rompería la tele de tu tía Entiendo que me digas que hay que traer Cierto certificado, cierto papel Pero yo te suplico que cuando me lo digas No pongas esa cara ni uses ese tono Como si tu existencia y la de tu familia No fueran en el fondo más que una consecuencia De algún certificado flamante y poderoso Honrado con la firma de dios o de tu jefe Tené siempre presente que si una vez, un día Por orden de quien fuera o por capricho propio El trámite dijera: No más certificados La iglesia no diría que es una herejía Ni las peluquerías de golpe cerrarían Ni se marchitarían las plantas de tu tía Entiendo que me digas que espere allá Que espere que me llamen sentado allá Pero yo te suplico que cuando me lo digas No pongas esa cara ni uses ese tono Como si este minuto en el que me atendiste Te hubiera resultado de tal modo molesto Que no te arriesgarías ni por nada del mundo A prolongarlo un poco hablando de otras cosas Tené siempre presente que si una vez, un día Por orden de quien fuera o por desobediencia Alguno se quedara conversando contigo No se te ensuciarían de porlan las encías Ni la categoría se te encallecería Ni se despeinaría el perro de tu tía