Fue una tarde de alegre primavera Tardecita que nunca ha de volver Un suspiro de amor, por vez primera Escapó de tu pecho de mujer Y en la cálida noche, amada mía De lejanas estrellas a la luz Juramentos tu boca me pedía Y en tus labios mis besos se hizo cruz Desde entonces las aves viajeras Con las flores del atardecer Y aquel árbol de ardientes esperas Testigos han sido de nuestro querer Enjoyada de estrellas y flores En la vaga caricia lunar Cuántas veces nos dimos amores En tanto el arroyo cantaba al pasar Si ya diste al olvido mis amores Y no tienes ternuras para mí Hoy me abruma el recuerdo de tus flores Y el dolor de los besos que te di Si promesas de amor tú me pedías Y en la cruz de tus labios yo juré ¡Cómo duele el saber, amiga mía Que está muerta en tu alma, aquella fe! Muerto el árbol de nuestras esperas Ya no hay flores al atardecer Ya no vuelven las aves viajeras Y el claro arroyito, no canta al correr Y al pensar en el bien ya perdido Si no tienes piedad ni perdón Llegará como un llanto a tu oído La música triste de mi corazón