Vas luciendo tu elegancia de la belga al callejón, cuyana cosechadora positana de mi amor fresca flor de la mañana que entibias mi corazón. Parece que bailan cuecas tus piecitos al cortar dándole vuelta a la cepa los racimos al bajar, esta vuelta a tu gamella tres dichas le voy a echar Te acuerdas la mañanita de Julio para la taba entre mis manos temblaban tus manitas tan heladas, y yo te robaba un beso de tu ñata colorada. No te vayas de mi vida con los años al pasar, que la luna de media agua juntos nos encontrará tejiendo sueños de amores en los hilos del parral. Cuando el sol de Rinconada lento comience a dorar la cumbre del Cerro Grande, siempre te quiero encontrar sentadita allá en la toma a la sombra del sauzal.