Dicha Te tuve en el hueco moreno de mis manos Y te dejé escapar como perlas sonrientes De irisado collar Dicha Cuando tú regreses Mis manos morenas Solo buscarán acariciarte Dicha Niña que te alejas Cuan el alma intenta Una sonrisa Vuelve Que tu luz me cubra Con esa ternura Que sentí al tenerte Y en el lecho tibio de tu piel Volver a latir Mi vida entera Dicha No supe retener de tu belleza El magnífico don que en ella encierras Y solo quedó en mí Perenne la inquietud De sentirte retornar antes que muera Dicha Te busco en un susurro de las hojas Que salen a intentar la primavera Te nombra la caricia, y en la espera Se quema la ternura de la rosa Dicha No supe retener de tu belleza El magnífico don que en ella encierras Y solo quedó en mí Perenne la inquietud De sentirte retornar antes que muera Dicha, dicha Dicha, dicha