Yo me quedaba dormido en sus rodillas Me quedaba dormido con mi padre Me quedaba dormido En el medio de aquella maravilla Y yo soñaba y entre ellos conversaban Mi madre preguntaba por el mundo Mi madre preguntaba Y mi padre, sonriendo, contestaba El gran baúl del carbón Lustroso estaba de sentarnos en él Y el alma andaba como en un amanecer Y el alma andaba como en un amanecer Y el alma andaba como en un amanecer Y era tan linda y tibia la cocina Y allí todos reunidos y apretados Y allí todos reunidos El mundo se iba haciendo sin orillas Y en la ventana, el miedo, pero lejos Y en aquellas palabras misteriosas Y en aquellas palabras La llave de los sueños más secretos El gran baúl del carbón Lustroso estaba de sentarnos en él Y el alma andaba como en un amanecer Y el alma andaba como en un amanecer Y el alma andaba como en un amanecer Y el alma andaba como en un amanecer