Naciste en agosto, dieciséis de verano En un rancho viejo que vio forjar tu mano Marcos Sánchez, hombre fuerte y de coraje Que en la tierra encuentra su único viaje Desde niño en Atotonilco, Jalisco el suelo Con Alejandra y Antonio, apellido y anhelo Aprendiste temprano a sembrar el maíz Y en campo abierto aprendiste a ser feliz Cabalgando veredas bajo el sol brillante Recorres esas tierras con paso constante El frijol y la milpa, tu orgullo y canción Son tu mayor legado, tu dulce bendición De San Fernando, Chiapas, hasta donde va el viento Tu rancho te sostiene, es tu sustento Trabajador incansable, hombre de razón Forjando en la vida tu gran tradición Entre surcos y espigas crece tu historia Un canto al esfuerzo, al amor y la gloria El campo te habló y tú le diste voz El corrido de un padre que honra a Dios No hay viento que borre tu huella, tu andar Ese hombre de campo que sabe luchar Sus padres el principio de un noble linaje Y tú, hijo orgulloso, llevas su coraje En cada surco, en cada paso andado Vive el alma íntegra de un hombre honrado Marcos Sánchez, campesino del corazón Tu vida es un canto y una bendición Así corre tu historia, fuerte y sin temor De rancho en rancho llevas bendición y amor Tu nombre en el aire, en tierra y azul cielo Un legado eterno, un digno anhelo