El señor me dio lenguas de sabios Para hablar palabras al cansado Despertará mañana tras mañana Mi oído para oír lo que debo decir Y sobre mi guarda estaré Y sobre la fortaleza firmaré mis pies Y velaré Soy la voz que cada día grita Que alguien vuelva a casa Un clamor, un peregrino Abrazando almas cansadas Soy un grito de esperanza En el borde del destierro Soy un grito en el desierto Para que se habrán los cielos Soy la voz de un perseguido Cantando coplas al cielo Soy el canto de un padre Que busca sus hijos muertos Soy la voz del centinela Presagiando el viento recio Soy vocero del eterno Soy guerrero y mensajero