Cuidando está su rebaño el buen pastor Mas al contarlas un oveja le faltó Y alarmado se pregunta ¿donde está, que sucedió? ¿Estará herida en el desierto o en la triste soledad? El buen pastor tranquilo no quedó Y aun el desierto con valor el confrontó Se fue a buscar la oveja que faltó Y en la montaña en el peligro la encontró y la cargo sobre él La halló en peligro y en la triste soledad Por rescatarla aun su sangre derramó Sobre sus hombros alegremente la codujo hacia el redil Con sus amigos y vecinos su alegría compartió Hoy eres tú esa oveja que no está Y Jesucristo es el pastor que va por ti Por el desierto de tu cruel indiferencia el caminó Y tus desprecios, fueron piedras que su cuerpo lastimó