A veces es necesario morir de nuevo A veces es necesario llorar también Ver la carta abierta y no tener sentido alguno Los mal paridos gritan y nadie los oye Grita si quiere, pero no me moleste Quedar sentado en la escalera, más cerca de ti Pensar en su sonrisa alumbrando mi todo Oir la cascata que baña su cuerpo La carta de alforria viene de mi bolsillo El caballero blanco quiere alejarme El bagre que dispara contra su cuerpo Cortinas de cetín para suavisarme