Mi reina suele estar bien Desde el comienzo del día Las flores de su jardín La recibe en su aralia El escolta preferido Viste un pelaje dorado Inclinándose a sus pies Con devoción y alegría En su carruaje de nube Recorre por los caminos Brindando sus facultades Con amor hacia ese trino Por la noche en su reposo Esperando un mensajero Para llevar nuestro encuentro Al instante en que le espero Mi reina, siempre es feliz Me espera en gestos sinceros Porque ella me quiere a mí Y sabe, que yo la quiero