Oh, cuanto yo amaría perder todo lo terrenal Sin pecado, sin jactancia, sin todo lo que me hace mal Reservado para Cristo, quien Su sangre nos ha dado ¡Rendido totalmente a Aquel que fue crucificado! ¡Nada más que de Cristo, nada más quiero saber! Mi amigo y compañero, no hay nadie como Él Señor, toma mi vida y haz lo que quieras hacer Toma el trono soberano, a los enemigos haz correr Restringe hoy mi alma del orgullo y pretensión Y destrona la jactancia de mi vano corazón Que Dagón caiga en tierra donde no lo puedan levantar Y que el arca permanezca para siempre en su lugar ¡Nada más que de Cristo, nada más quiero saber! Mi amigo y compañero, no hay nadie como Él Señor, toma mi vida y haz lo que quieras hacer Toma el trono soberano, a los enemigos haz correr Despréndeme las alegrías que este mundo ofrece dar Y haz que el alma mía solo Tu voz quiera escuchar Tu belleza anhele ver y Tu gracia admirar Y que no quiera brillar sin Tu fuego celestial ¡Nada más que de Cristo, nada más quiero saber! Mi amigo y compañero, no hay nadie como Él Señor, toma mi vida y haz lo que quieras hacer Toma el trono soberano, a los enemigos haz correr