Te miraba pasar con airoso andar sola por la arena, Tan segura y serena como sabiendo de mi mirar, En el pelo una flor y un vestido blanco en tu piel morena, Besando con los pies una y otra vez el agua del mar, Te miraba reír entre ir y venir bajo las estrellas, Cuesta caminar, Me deje llevar y llegue hasta ti, Te dije que no había yo visto nunca mujer tan bella, Te hablé como a ninguna y bajo esa luna te convencí. Y así tuve tu amor, tu inmenso amor entre la arena, Besé tu piel morena y te ofrecí mi corazón, Después te vi partir y sin decir siquiera adiós, No comprendí la razón, Y ya nunca más te vi. Te miraba pasar con airoso andar solo por la arena, tan seguro y sereno como sabiendo de mi mirar en el pelo una flor y un vestido blanco en mi piel morena, Besando con los pies una y otra vez el agua del mar. No deje de pensarte y volví a soñarte en cada momento, Y respiré distinto cuando volví a buscarte allí, Buscaba aquella imagen que dibujaba en mis pensamientos, Porque cambio mi vida cuando esa noche te conocí. Y así tuve tu amor, tu inmenso amor entre la arena, Besé tu piel morena y te ofrecí mi corazón, Después te vi partir y sin decir siquiera adiós, No comprendí la razón y ya nunca mas te vi. Y así tuve tu amor, tu inmenso amor entre la arena, Besé tu piel morena y te ofrecí mi corazón, Después te vi partir y sin decir siquiera adiós, No comprendí la razón y ya nunca mas te vi.