La juventud, cuál ellos me aseguran Está tocando a mí, en mis pisadas Vendrá la madurez, el equilibrio Vendrá la voz tranquila tan mentada La carne que me habitas, se pregunta ¿No menos inocente que mi alma? Es un son, me descubre amar a besos Violando los zaguanes y las plazas ¿Es poco lo que falta, me repite? Para alcanzar la cumbre donde guardas Peldaños que mis pies reclinarán Hacia una arruga más, hacia nostalgias Ahora, que está próximo el invierno Que apronta la blancura de mi barba Me dicen que David nos aconseja Vivir un tiempo par al que se acaba ¿Pero no sé por qué en la tarde, pienso? Sobre el cual, la fría nieve caiga Yo seguiré buscando la promesa En que deje mi latido, llamaradas Y si un amor desdeña mi sonrisa Y si un fulgor me niega la esperanza Regresaré tal siempre hasta mi cuarto A remojar en cantos, mi almohada