Lucrecia cocinó sirvió el festín, se emocionó y dejó caer una lágrima en la sopa; entonces comprendió: que la vanidad es una mala dieta para amar, la vanidad, es una mala dieta para amar La vanidad, es una mala dieta para amar La vanidad, es una mala dieta para amar. Bisonte azul reunió su tribu bajo el sol y nos dijo así: "me voy a los campos de caza hoy pero nunca olviden que: la vanidad es una mala dieta para amar, la vanidad es una mala dieta, mala dieta" (No me alimentes más sólo necesito la receta) Jesús de Nazaret vistió su tapado de piel de leopardo, y salió al desierto y oyó susurrar a los cactus: la vanidad es una mala dieta para amar, la vanidad, no, no me alimenta más No me alimentes más sólo necesito la receta No me alimentes más sólo necesito la receta No me alimentes más ayer no me entró la camiseta preguntale al bisonte preguntale a Lucrecia preguntale al bisonte azul