Vientos que lentamente atraen todo hacia ti Suben, golpean y vuelven a hablarte de mí Tus ojos se llenan de lluvias hasta amanecer Mi sombra te toca y me cuenta lo que hay que ver La luz se contrae La niebla se expande Esconde tu risa Y obséquiamela al partir El día extiende su mano al anochecer Se ríen y obsequian al mundo el amanecer Te visten de tiempo, te entregan al viento Te miran de lejos y llueve por siempre Y no te disuelvas al partir Nunca habrá nieve acá donde yo nací Siempre recuerda que esto es un final feliz Siempre que el viento se acuerde de mí Te vistes de oro Transformas el plomo Tus manos me tocan y llueve por siempre Y no te disuelvas al partir Nunca habrá nieve acá donde yo nací Siempre recuerda que esto es un final feliz Siempre que el viento se acuerde de mí