¿Por qué? Los mejores siempre son los que se mueren ¿Por qué los mejores siempre son los que se mueren? (Siempre) Las verdades duelen como cristales Y las mentiras vuelven como puñales (boomerangs) Volé, con esa el MLB quité miles de males Contigo me cegué, no vi las señales Salgo de una y me meto en siete como en Seven Parecía que lo nuestro era for ever Como la Juve y Nedvěd Pues pasó al ver eventualmente No me iba a atrever a verte, al final me ve Lo único que me queda es tu imán en mi nevera A ratos huele a tu Loewe No corro tanto como él, pero te camelo como Forrest (Teniente Dan) Vos te crees el boss Pues tus pintas de rapero nos comen to’ los huevos Y las de tus primitos Diles a to’s que no me atrapáis ni con relevos Ni con cebos, ni con dos R2D2 (Androides) Me protegen mis dos puños, los cuervos, no el trébol Me la quieren jugar siempre como a Trevor (Franklin) Hay semanas que parecen un abismo Que no me atrevo Que no escucho música, primo Pa’ que me coma la cabeza un toyaco prefiero escucharme a mí mismo Dime dónde firmo, para reencarnarme en un Mirlo Pa’ escribirlo primero hay que vivirlo Mi vida pende de un hilo Y lo jodido es que no consigo enhebrarlo Afilo el filo del cuchillo Me asomo al filo del filón, afinando el tiro Vendiendo la piel del oso antes de cazarlo por si no ando fino Me acuerdo que la conocí dentro de un Rover, en una rave La quería llevar a un hotelaco al alba al Algarve Pero nos quedamos atascados en un pueblo de Toledo En un albergue (por Esquivias) Necesito que me pase algo grande que albergue mi mugre A la serpiente se la comió el tigre Y el tigre se acabará muriendo por el veneno de la serpiente Sangre por sangre (diente por diente) Nada como el amor de una madre, mándala un mensaje Que no te cuesta nada Diciéndola que está la cosa apretada que vas a llegar tarde El cenicero lleno, pero el cora vacío (el alma) Ella se convenció de que sí pero al final no venció a mi vicio Llevo luchando con la serenidad, medio lustro, los trámites del divorcio Con billetes todos sonríen y más si son de cien Estoy en modo zen Con par de centollos viendo ciencia ficción El ciempiés humano, cuida tus actos que al final todos acabaremos devorados por gusanos Algunos reencarnados en garrapatas, en ratas Otros en delfines surfeando océanos Venden sandías por la mañana, por la tarde melones (me lo quitan de las manos) Con la mente en blanco, los ojos rojos por fumar verdes para evadirse de marrones (amarillos) He estado en el centro de Roma y tampoco son pa’ tanto sus macarrones (raviolis) Eso sí, me quedé de piedra con la magia ocultista del Vaticano La que tienen montada esos masones, la que tienen montada esos cabrones (rituales) Aún sigo sin comprender Por qué los mejores siempre son los que se mueren (¿por qué?) No lo entiendo Un beso para el cielo (un besazo, para siempre) Los que estáis ahí arriba, sois la polla, os lo juro, por mis muertos