Yo te he visto pasar por la acera Con un gesto de desolación Y al cruzar no miraste siquiera Qué entendía tu desilución Te ha dejado lo sé la malvada Y al calor de otros ojos se va Ya lo ves como no queda nada De ese amor que matandote está Volve jamás otras manos Cuál las de tu mujercita Harán por la tardecita Los mates qué cebo yo Que en su espuma te contaban Que además de su dulzura Allí estaba la ternura De aquella que los cebó