Corazón que en aquella noche larga Maduro la fruta amarga De esta enorme soledad Corazón en las nubes de qué cielo La tristeza de tu vuelo Sin consuelo se perdió Bien lo sé Aquel frío ilusionante de un instante Me segó Fue en un viento de locura Sin ternura, sin perdón Fue en el grito enloquecido De un dolor enronquecido de dolor Eras la luz de un Sol y la canción feliz Y la llovizna gris en mi ventana Eras remanso fiel Mi duende soñador Y jazminero en flor Eras mañana Suave murmullo, viento de loma Cálido arrullo de la paloma Ya no serás jamás aroma de rosal Frescor de manantial en mi destino Solo será la voz que me haga recordar Qué en un instante atroz Te hice llorar