Hay un pueblo que pronto ha de partir Para una gran ciudad Es la amada ciudad santa, la Jerusalén del cielo Que descenderá sin tardar Hay un río que cruza la ciudad Con brillo de cristal Y sus calles son de oro y sus puertas doce perlas Que abiertas están hoy por ti Ya muy pronto habré de caminar Por mi Jerusalén Porque soy de la fe, de la fe de Abraham El padre de la fe Ya muy pronto habré de caminar Por mi Jerusalén Porque soy de la fe, de la fe de Abraham El padre de la fe Los cobardes e incrédulos no irán A aquella gran ciudad Solo aquél que está inscripto en el Libro de la Vida Allí podrá reinar con Jesús No preguntes por templo, Luna y Sol Porque no lo hallarás Pues Dios mismo y el Cordero cual lumbrera para siempre Allí alumbrarán más que el Sol Ya muy pronto habré de caminar Por mi Jerusalén Porque soy de la fe, de la fe de Abraham El padre de la fe Ya muy pronto habré de caminar Por mi Jerusalén Porque soy de la fe, de la fe de Abraham El padre de la fe