Una mujer Samaritana, bajo el Sol del mediodía Ella muy cansada llegó con su cántaro vacío Buscaba saciar su sed, en un pozo profundo Pero encontró a Jesús, El Salvador del mundo Agua viva, Él me da, Nunca más tendré sed En mi alma brotará Vida eterna en Su nombre Dame de beber le dijo, un judío inesperado ¿Cómo tú, a mí me pides? Con sorpresa ella ha preguntado Si conocieras el don de Dios y quién te pide Le pedirías a Él y te daría agua que nunca se divide Agua viva, Él me da, Nunca más tendré sed En mi alma brotará Vida eterna en Su nombre Conociendo su pasado, sin juzgar su condición Jesús mostró su gracia, su amor y compasión Adorad en espíritu y en verdad, le enseñó Ella vio al Mesías, su vida transformó Agua viva, Él me da, Nunca más tendré sed En mi alma brotará Vida eterna en Su nombre Dejó su cántaro atrás, corrió a la ciudad Venid a ver a un hombre que todo lo ha contado ya Muchos creyeron en Él, por el testimonio dado Jesús, El Salvador, a Samaria ha llegado Agua viva, Él me da, Nunca más tendré sed En mi alma brotará Vida eterna en Su nombre Agua viva, agua viva, en mi corazón Jesús, El Salvador, en Él tengo redención