En la eternidad reinaba la Palabra Luz sin sombra, fuego celestial Más por amor cruzó el velo del tiempo Y en un pesebre vino a habitar El Infinito vistió carne de hombre Tomó mi culpa, mi aflicción El Santo Dios pisó tierra de polvo Para escribir mi redención ¡Oh, Verbo Encarnado, Dios entre nosotros! Brilló en la noche como un farol Pagó mi deuda, llevó mi castigo ¡Jesús, mi Cristo, mi Salvador! El cielo cantó cuando vino a la tierra Los ángeles vieron Su compasión ¡Gloria al Cordero, gloria al que vive El Verbo de Dios nos dio perdón! No vino a juzgar, vino a levantar Los corazones rotos a restaurar Su sangre fluyó como río de vida ¡La cruz proclamó su verdad! Y al tercer día la tumba se abrió El Rey resucita, venció al opresor Hoy vive en mí, su Espíritu guía Soy libre por su eterno amor ¡Oh, Verbo Encarnado, Rey glorioso! Venció el pecado con su pasión Toda rodilla se postra en la tierra ¡Jesús es Señor, mi Redentor! ¡Gloria al Cordero, gloria al que reina El Verbo de Dios, eterno Sol!