En este mismo instante, dos manos semejantes A las que tenés puestas donde se acaba el brazo Amasan un peligro, gatillan un balazo O encuentran una herida con sangre que la irriga Como esa catarata que vuelca tu corbata En tanto que tus ojos me ven que estoy cantando Y mientras tus orejas se aflojan escuchando Hay ojos que revientan o apuntan pero aciertan Y vuelan mil orejas junto con las cabezas De audaces inocentes, ahora exactamente Y ahora en otro lado, mientras con tu zapato Mi ritmo va siguiendo, hay gente sacudiendo Sus botas en la marcha, sí Sobre la escarcha, de una mañana fría De una mañana fría, quizás es mediodía Quizás es mediodía Pero también ahora y en un lugar distante Hay manos elegantes para premiar solapas Que clavan en los mapas sus uñas distinguidas Y sacrifican vidas enviando regimientos Manos que se lavan en desentendimiento Pilatos de escritorio, los Cristos al combate Mientras mi canto late, hay jóvenes cayendo Y yo lo voy sintiendo por eso no termino Y escupo al asesino y perdono al asesino No importa de queísmo, si hay tantos Me cago en el Imperialismo, en el Comunismo y en Colonialismo Si los chicos van cayendo y yo lo voy sintiendo Manos duras que matan Manos finas que mandan a matar En este mismo instante, a un joven delirante La muerte lo desgarra, la muerte lo desgarra Y yo con mi guitarra y ustedes escuchando