Como las aves del cielo viendo su policromía Hoy me extasié para verte con tu gracia y simpatía Gracias a Dios por tenerte le doy toditos los días Tú me llevas en tu vuelo lejos de toda agonía Como eres el más hermoso, motivo de mi alegría Con cariño quise hacerte esta humilde poesía Pues mi corazón y mente meditan todos los días Y hoy día tan maravilloso te traje esta melodía Cuando en un sueño profundo, el primer hombre caía Se transformó en un segundo, pues Dios su cuerpo lo hería Y al sacarte de su ser mientras el hombre dormía Te dio forma de mujer, la más dulce compañía Me cargaste entre tu vientre con insólita armonía Y con un amor creciente vestido de valentía Te miré cuál mi simiente cuando en tu pecho comía Fuiste piadosa y paciente con tu gran sabiduría Por eso es que la grandeza La dignidad y nobleza Carentes de hipocresía Es mi obligación de hombre Juntarlas hoy con tu nombre Mujer de la vida mía Hija, hermana, madre, abuela, parte de tu apología Canción de rima perfecta, de pasión y fantasía Ayuda idónea, perpetua, promesa en tierra baldía Señal que deja la estela de mi esperanza en la vía Serena en el sacrificio como lo mostró María Cuando Gabriel le anunciaba el mensaje que traía Se dijo de Dios esclava con una gran gallardía Sin importar los prejuicios trajo al mundo al gran mesías Entonces no veo motivo de darte melancolías Ni tristeza, ni martirio, ni angustia, ni felonía Quien te mancilla la piel es presa de cobardía Alma impregnada de hiel que va sin rumbo y sin guía Por ti hasta el fin de este mundo con gran placer llegaría Y cuando esté moribundo en el final de mis días Poco antes de fallecer te rendiré pleitesía Y en brazos tuyos mujer, contento me moriría Tu misión es dar cariño Tanto al hombre como al niño Con infinita hidalguía La mía con este pasaje Es brindarte un homenaje Mujer de la vida mía