¿A donde irá veloz y fatigada la golondrina que de aquí se va? ¡Oh, si en el viento se hallara extraviada! buscando abrigo y no lo encontrará. Junto a mi pecho hallará su nido en donde pueda la estación pasar también yo estoy en la región perdida ¡oh, cielo santo! y sin poder volar. Dejé también mi patria adorada, esa mansión que me miró nacer, mi vida es hoy errante y angustiada y ya no puedo a mi mansión volver. Ave querida, amada peregrina, mi corazón al tuyo estrecharé, oiré tus cantos, bella golondrina, recordaré mi patria y lloraré.