De repente me encontré en una cantina A otro hombre que bebía por amor Se acercó y me dijo bebo de alegría Ya encontré la mujer como yo quería Y por eso beba conmigo señor Ya encontré la mujer como yo quería Y por eso beba conmigo señor Nos hicimos muy amigos en la barra Y empezó a describir su gran amor Mientras tanto, yo mucho me preocupaba Porque la mujer que aquel hombre pintaba Era la misma mujer que amaba yo Más, sin embargo, yo sin darle a entender nada Le dije: Amigo, con gusto lo invito yo A otro sitio donde pueda ir su amada Y al mismo instante aquel señor la llamó Yo muy pendiente del número que él marcaba Vi que mi amigo a mi casa llamó Quise gritar, pero a la vez no dije nada Sentí por dentro toda mi alma destrozada Pensé: Que pase lo que Dios quiera, señor Sentí por dentro toda mi alma destrozada Pensé: Que pase lo que Dios quiera, señor Cumplió la cita y allí yo presente estaba Y al verme allí, dos tragos dobles se tomó Quebró la copa y a su cuello la llevaba Le dije: Calma, con matarte no haces nada Y con tu muerte no pagarás tu traición Le dije calma, con matarte no haces nada Y con tu muerte no pagarás tu traición Muy preocupado, él a mí me preguntaba Era tu esposa?, yo le dije: Si, señor Era mi esposa, porque aquí todo se acaba Ahora mismo al diablo se me van los dos Era mi esposa, porque aquí todo se acaba Ahora mismo al diablo se me van los dos