Te busqué en los ecos de mi incendio En los restos del reino que fue nuestro Juraste salvarme, me dejaste arder Ahora vengo a morir contigo también Te esperé entre ruinas y espejos Mi voz se volvió rezo en tu infierno No fue miedo, fue sobrevivir Pero al huir de vos También huí de mí No hay paz sin sangre, ni amor sin daño Jugamos a diosas, fuimos rebaño El trono nos queda grande y frío Reinas de nada Muriendo en su propio vacío Cuando el rojo encontró la luz, el mundo tembló Dos reinas, un mismo adiós Tu calma me mata, mi fuego te quema Fuimos amor Ahora somos condena Roja: Te odié porque te amé demasiado Blanca: Te amé porque me odié callando Ambas: No hay victoria en este cuento Solo cenizas cantando al viento No hay paz sin sangre, ni amor sin daño Jugamos a diosas, fuimos rebaño El trono nos queda grande y frío Reinas de nada Muriendo en su propio vacío Cuando el rojo encontró la luz, el mundo tembló Dos reinas, un mismo adiós Tu calma me mata, mi fuego te quema Fuimos amor Ahora somos condena Cuando el rojo encontró la luz Se disolvió el dolor y la virtud Ya no hay reina, ni culpa, ni altar Solo el eco de un reino Que no va a regresar Te perdono No lo merezco Lo sé Entonces, arde conmigo