El cigarrillo me quemó los dedos El ruego inútil se quebró en mi voz Y en esa esquina De los viejos sueños Quedamos solos Tu recuerdo y yo Dolor de noches Que se hicieron largas Rigor de encono Que dejó el perdón Después la fiebre De apurar sin pausa La copa amarga Que sirvió, tu adiós Noches largas Amansando está nostalgia Que me acosa y que me niega La esperanza de olvidar Cruz pesada De esta espera larga y vana Con recuerdos y fantasmas Que te nombran al pasar Y esta pena Y este afán que te reclama Ni tu nombre que en mis labios Es consuelo y es rigor Noches largas Zarandeado en la borrasca De dolor y de abandono Que tu olvido desató