El hombre por quien preguntas Bajó al turno de la sombra. Le encontré allá en la ladera: Mujer, ya regresará. Llevaba el pan en las manos Y en los ojos tu mirada. Volverá en la madrugada Pero alguno no vendrá: Ése se irá con la muerte Y otros le habrán de olvidar. En lota la noche es brava Para el que a la mina baja. En lota la noche acaba Con sangre en el mineral. El mar y el grisú están cerca Y es de vida o muerte el pan: Para quién será esta noche La muerte bajo el mar. Zumba una sirena sorda Y en el aire de ceniza Se desgarran las campanas Y arde un fuego funeral. Mujer, saca tu pañuelo Y echa el llanto a la mañana Que la mina está de duelo Y algo tuyo han de enterrar: Le atrapó el carbón maldito Que así nos da fuego y pan. En lota la noche es brava Para el que a la mina baja. En lota la noche acaba Con llanto en el litoral. Se tiñó con sangre suya La sombra del mineral: Nunca más vendrá de vuelta Desde la orilla del mar. Desde allí sus ojos fijos, ¿con qué luz regresarán? Y su frente sumergida, ¿en qué pecho dormirá?