Lucía: El llegaba, yo dormía, en silencio se acercaba Me dejaba una caricia, y en sus brazos me tomaba Cuando su cuerpo sentía, poco a poco despertaba Y mi miedo se moría cuando él me hablaba Joaquín: Tranquila amor, tranquila, duerme que soy yo, mi vida Lucía: Y yo le creía, hasta que un día sin querer descubrí Que era todo mentira Esas caricias no eran solo mías Ni las palabras que él siempre decía Yo era dueña de la noche, pero ella del día Y todo el tiempo que nunca me daba Todo ese tiempo de mí se reía Yo era dueña de la noche, pero no de su vida Era todo mentira, mentira Lucía: Todo había ya cambiado, aunque él no lo sabía Yo trataba de olvidarme, pero era inútil, no podía Tan profundo y tan grande era el amor que yo le daba Que no podía acostumbrarme a saber que me engañaba El llegó, yo no dormía, en silencio lo esperaba Cuando se acercó a abrazarme, puse fin allá a su vida Y vinieron a buscarme, estoy aquí desde aquel día Y en la noche al acostarme aún lo escucho todavía Joaquín: Tranquila amor, tranquila, duerme que soy yo, mi vida Lucía: Y yo me reía, porque al final sin querer descubrí Que el no me mentía Esas caricias eran solo mías Todo fue invento de mis fantasías Yo era dueña de su vida y él ya no vivía Y una mañana me marché a buscarlo Para estar juntos como el primer día Y al encontrarme me abrazó y me dijo Tranquila amor, tranquila