Aunque parezca un vago trabajo de no hacer nada También trabajo de una voz que está abandonada. Trabajo de ser títere en una caja cerrada Qué junta telaraña y tiene el alma borrada. Aunque yo esté sentado siempre trabaja mi mente De bancar las tristezas porque no soy conveniente. Pucha qué lindo, que exista un dios Que recompense mi obra y mi voz. Yo vivo en la vagancia, en la quietud y el desprecio He apostado siempre al canto por duro que sea su precio. Fui muñeco abandonado tirado arriba de un techo Soy cómo un niño descalzo amor ausente en su pecho. Resonante trueno en llanto holganza gandulería Si cantara por derecho ay qué feliz yo sería. Pucha qué lindo, que exista un dios Que recompense mi obra y mi voz.