Ya no deseo seguir un arcoiris O buscar en el mundo un sueño fugaz No preciso una estrella que me guíe Mi gran tesoro eres Tú No necesito escalar otra montaña O buscar en lo profundo del inmenso mar El paraíso que siempre he soñado Llegó cuándo viniste a mí Oh, cuánto yo Te amo porque hay vida en Ti Y todo fue hecho nuevo cuando Te conocí Hoy mi día y luz es Tu palabra fiel Ella satisface todo mi ser No más oraciones sin sentido O un deseo que nunca se hará realidad Pues he encontrado en Ti la gran respuesta Solo en Jesús hay plenitud