Momentos y prendas de ayer robados de aquello que fue y a solas nos hacen pensar que el tiempo no quiere pasar. Para perdernos en los recuerdos, sólo para perdernos cercanos al atardecer. Son relatos de vida y andar que el olvido desvanecerá, mas como cantaba Serrat sólo se irán la mitad. Y entre sus manos partir lejos de aquí, allá donde va el viajero que no mira atrás, y al ocaso del sol recordar nuestro amor, aquel tímido beso, un arrullo en secreto y pequeñas promesas en flor.