Perdóname Señor mi Dios Te pido de rodillas Hoy clamo a Ti porque eres mi Dios Y tuya es mi vida Quiero volver al primer amor Contigo en este día Dame agua de tu manantial Señor Y cambia esta sequia Por medio de esta canción publicaré mi Dios Ante los ojos del mundo Tengo el valor para decir que te falle Señor Sin escondérmele a ninguno Y yo se bien que tú eres un Dios de amor Por eso, perdón te pido de rodillas Reconozco que sin ti, yo nada soy Eres tú, mi Dios el dueño de mi vida Cuando el apóstol Pedro te negó Lloró, lloró, lloró y lloró Quería morirse de tristeza Y cuando el rey David con Betsabé te falló Se dio cuenta que el más fuerte cayó Más le dolió porque ese día no fue a la guerra Aquí todos hemos fallado Y si alguno se cree sin pecado Que tire la primera piedra Por eso nos arrodillamos Y de rodillas te clamamos Señor Que vengas a sanar nuestra tierra Ay, yo se bien que tú eres un Dios de amor Por eso, perdón te pido de rodillas Reconozco que sin ti, yo nada soy Eres tú, mi Dios el dueño de mi vida Abre mis labios Y publicara mi boca tu alabanza Esta canción, pues va a subir allá A tu hermosa morada Un hermanito me mando a callar Que me siente en la banca Se le olvido que me restauraste ya Y mi canción te agrada Ay que tristeza, que impotencia Y que dolor, lo que un hermano me contaba Que hay ejercito en la iglesia del señor Que a sus heridos los mata en la batalla Ay, yo se bien que tú eres un Dios de amor Por eso, perdón te pido de rodillas Reconozco que sin ti, yo nada soy Eres tú, mi Dios el dueño de mi vida Cuando el apóstol Pedro te negó Lloró, lloró, lloró y lloró Quería morirse de tristeza Y cuando el rey David con Betsabé te falló Se dio cuenta que el más fuerte cayó Más le dolió porque ese día no fue a la guerra Aquí todos hemos fallado Y si alguno se cree sin pecado Que tire la primera piedra Por eso nos arrodillamos Y de rodillas te clamamos Señor Que vengas a sanar nuestra tierra Ay, yo se bien que tú eres un Dios de amor Por eso, perdón te pido de rodillas Reconozco que sin ti, yo nada soy Eres tú, mi Dios el dueño de mi vida