Hay personas grandes, muy grandes Tan grandes que no caben en sí Andan por el mundo, rebalsándose Creciendo cuanto pueda su raíz Tiembla ante su esencia toda muerte Porque sabe que no puede con su luz La fuerza de sus pasos no se pierde Aunque caigan en guerrilla o en la cruz Hablan con acciones cotidianas Uno puede verse en sus ventanas Tu fulgor es su fulgor Y nunca están en un solo lugar Tu dolor es su dolor Por ello es que su alma es inmortal Hay personas grandes, muy grandes Medidas por los frutos de su honor Si nos damos de pronto a recordarlas La memoria se nos llena de color Nunca está dormida su mirada Buscan cuanto haya en un matiz No les basta el sol en su morada Porque saben lo que cuesta ser feliz Muchas de ellas pueden ser desconocidas Y, aunque te topen, continuar inadvertidas Pero tu fulgor es su fulgor Y nunca están en un solo lugar Tu dolor es su dolor Por ello es que su alma es inmortal Tu fulgor es su fulgor Y nunca están en un solo lugar Tu dolor es su dolor Por ello es que su alma es inmortal