Es un jinete de negro que vaga en las noches queriendo encontrar Almas llenas de avaricia, sin remordimiento y faltas de temor Cuentan que el charro aparece a la gente que es mala y llena de ambición Firmando un pacto de sangre y a cambio de oro su alma entregarán Con su caballo deambula veredas y calles lúgubres de andar Y entre la espesa penumbra se oye el relinchar de su bestia infernal Cuentan que el charro se viste con traje y sombrero de negro abismal Galas y espuelas de oro que con luz de Luna alumbran el lugar Hombre fornido y de altura parece que es alguien de buen parecer Lento, pero muy seguro camina hacia que le quiere vender Pero al estar ya de frente descubren que el fuego derrite su ser Y es un cuerpo consumido que solo los huesos se le pueden ver Antes de andar por la noche y sufrir de ese modo fue un hombre de bien Que en la vida nació pobre, pero la avaricia transformo su ser Cuentan que un día en el monte casi estando muerto al diablo se encontró Convencido por el hambre y sin dudar ni un poco su alma le entrego Por tres bolsas de dinero que uso pero nunca debía olvidar Que al terminar su riqueza lo que esperaría sería su final Cuando la última bolsa ya casi vacía en sus manos tomo Quiso enterrarla en el monte y huir para así su trato no cumplir Pero el diablo ya sabía que el hombre se iría sin querer pagar Y le otorgo en castigo el no poder morir ni descansar en paz Cuentan que vaga las noches buscando que alguien tome su lugar Cuando vacíe esa bolsa comprando las almas al fin morirá Pero esa bolsa maldita que nunca termina su oro de vaciar Es la que atormenta al charro pensando que un día podrá descansar