(Mención de honor del Primer Festival de la Nueva Canción Chilena, 1969) Lo veo pasar cada mañana, en sus ojos negros reluce hasta el alba. Camino de su jornada entumiéndose la cara, en su bolso van los sueños, obrero de cien mañanas, hijo de estrella y de noche luz de la sonrisa urbana. ¿Adónde se va tu vida si Juan el Pobre te llaman? Tu abuelo no era tan pobre, pero se durmió en la nada. Y tus manos van construyendo pueblos y tu dignidad la dice hasta el viento. Un cigarrillo en la boca y el recuerdo va sincero. La compañera, la madre, por ellas son tus desvelos, y tu tarde se termina entre herramientas y obreros. La noche te ve en la cantina cercana. Tu amigo más fiel te sigue con la mirada. Tu compañera te busca y te lleva a la morada, y te tiendes junto a ella a esperar la madrugada. Y yo te pregunto, hermano: ¿te veré pasar mañana?