A un cielo yermo Con las alas rotas Le danzan los que Un día dejaron de amar Un velo eterno Cubre de sombra Y también desgasta Lo que aún les queda De libertad El vuelo de los malditos Está cubierto de pólvora Levanta un polvo que ensucia el sueño Y nunca se acuesta El latido sobrio De la luz encendida Que alumbra los pasos Ebrios del perdedor Mata el aleteo frágil de los insomnes que solo buscan Descansar Pasos de alambre Entre luces rojas Agitando el mar Inquieto que habita la calma más vivida El vino añejo Mancha de sombra Y se desangra Besa y viste La ausencia El vuelo de los malditos Está cubierto de pólvora Levanta un polvo que ensucia el sueño Y nunca se acuesta