Mi casa tenía un lugar donde me escondía Ni me imaginaba que mi madre lo sabía Un aromo, un cerco, un cantero con margaritas Esa era la selva jugando a la tardecita Tenía una espada de lata y un triciclo viejo Tenía una cinco de cuero cocida con tiento Guardaba en una caja vieja piedras y bolitas Y el álbum que nunca llenaba y las repetidas Mi casa tenía una verja que separaba Lo que se podía de aquello que se soñaba Una mesa grande, una foto de casamiento Un baúl con cartas, postales, libros de cuentos Yo andaba en un fuentón gastado recorriendo el mundo Jugando con los bucaneros en el mar profundo Montado en una escoba vieja cabalgaba el patio Para llegar a la cocina y encender la radio En mi casa oían todos los radioteatros Entonces los buenos vencían a los malvados Yo era el muchachito que hacía de poncho negro Salvaba a mi novia adentro de los roperos Mi casa tenía una verja que separaba Lo que se podía de aquello que se soñaba