Todos tenemos un destino, tú eres el mío El destino se encargó de nuestro encuentro Aquella tarde de primavera, cuando yo estaba Mi abrigo esperando el tren que llegara, y llegaste tú Llegaste con tu mirada angelical, y tu cara de niña inocente Me preguntaste que si tenía rato esperando el tren Allí comenzamos a conversar, noté tu inocencia Pura y virginal, que se siente de una niña que solo tiene Dieciocho años Todos tenemos un destino, tú eres el mío El destino se encargó de nuestro encuentro Aquella tarde de primavera, cuando yo estaba Mi abrigo esperando el tren que llegara, y llegaste tú Allí comenzó nuestro idilio de amor, por eso hoy Cuando cumplimos cincuenta años de casado Te traje acá a la estación del tren Para recordar ese bello momento y decirle al destino Que nunca escaparemos de él Porque es mágico nuestro destino Te amo como aquella tarde de primavera Todos tenemos un destino, tú eres el mío El destino se encargó de nuestro encuentro Aquella tarde de primavera, cuando yo estaba Mi abrigo esperando el tren que llegara, y llegaste tú