Está amaneciendo ¡Qué paz refleja tu cara cuando duermes! Ya es casi la hora de empezar un nuevo día Y la verdad, reconozco que No me gusta nada madrugar Quizá sea esa la razón Por la que tengo tan mal despertar Te agradezco tanto que cada mañana Me regales tu primera mirada, tu sonrisa Y que me digas: ¡Buenos días, mi amor! Me encanta mirarte cuando me preparas el café Te preocupas tanto de lo mío Que se te olvida y no te importa Que el tuyo se esté quedando frió Siempre piensas antes en mi Que en ti, siempre ¡Y no sabes cuánto te quiero! Necesito ese beso Ese beso tuyo de ayer De hoy, de siempre Ese beso que me das Cuando me marcho Cuando llego a casa, tarde Cansado y con problemas Y tú me recibes con los brazos abiertos Me ayudas, me oyes Y sobretodo me escuchas Y eso alivia mis penas Hoy desperté abrazado a ti Me gustó tanto mirarte Tenías los ojos cerrados a la luz Y la mente abierta a los sueño Tu cuerpo, completamente desnudo Mis manos parecían tener alas Se me escapaban, volaban hacia ti Te deseaban Y te acaricié de los pies a la cabeza Una y otra vez ¡No sabes cuánto te quiero! Hay veces que no nos hacen falta Ni las palabras para entendernos Nos basta con mirarnos Y si por alguna tontería discutimos Acabamos encontrándonos Donde más cerca nos sentimos, más unidos Nuestra cama Si nos va bien o mal Yo a tu lado y tú al mío Juntos, fundidos como arena y cal Como agua del mismo río Hay quien no entiende este amor Hay quien nos da la espalda ¿Qué más nos da? Si tú y yo sabemos Que cuando nos conocimos Decidimos echar el ancla Te he sentido tantas veces Cuando a media noche te levantas Me miras y me mimas como si aun fuera un crío Pareces adivinar que estoy sintiendo frío Y me echas otra manta Me gusta cómo me tratas Y me gusta cómo me amas Eres el mejor regalo que me ha dado la vida ¡No sabes cuánto te quiero! Compartes todas mis cosas Todo lo que se puede sentir Cuando de verdad se ama En esos momentos de entrega Tuya y mía Donde solo hay un testigo que nos mira Calla y guarda nuestra intimidad Nuestra cama