Una noche, brotó en mi guitarra Esta zamba qué hoy canto por vos Y al tocarla mis manos cayadas Sentí qué temblaban, temblaban de amor Caprichoso ramal del destino Qué a mi vida te quiso traer Como el gajo de un sueño perdido Qué en tus labios tibios yo vi florecer ¡Qué se parta en dos mi guitarra Qué se quiebre en pedazos mi voz! Si estos versos sentidos qué digo No son el latido de mi corazón Y si miento, ¡qué venga el olvido Y lleve esta zamba, qué hoy canto por vos! Mariposa, fugaz de la suerte Qué al traerte me quiso alumbrar Con un cielo de luz transparente Tus ojos ausentes me hicieron soñar Como dicen qué todo está escrito Hasta el día del juicio final Seguiré la señal del destino Serás mi camino, mi pura verdad