Cuentan hoy que había una vez En un lejano país Un hombre con su mujer y sus hijos Y era muy feliz Trabajaba en su campo, cosechaba su maíz Recogía muchos frutos, era feliz Luego los años fueron pasando, en el lejano paí Su huellas crueles fueron dejando en aquel hombre feliz Ya no trabajaba, porque viejo se encontraba Y sus hijos se marcharon, no era feliz Una mañana de esas muy grises En el lejano país El cura viejo fue a visitarlo para hacerlo sonreír Pero el cielo se lo llevó Con su mujer se encontró Y así de pronto volvió a ser feliz