Es la tortura viva que me atrofia Son esas voces largas y sollozas Las que me gritan, y me enloquecen Y cada paso mío entorpecen Ya no poder pensar bajo mi voluntad Dejar de vivir, en esta realidad Y con facilidad dejar de ver pasar Las manecillas ir a su velocidad Dame por favor la llave Dame solo una esperanza Quiero escuchar la clave Que me brindará la calma El viento lo tengo de frente Tus manos exprimen mi vientre Tus gritos no me dan descanso Tus ojos ya me han derrotado Y mi cuerpo cede, pronto se resume A un costal de huesos, solo un ser voluble Diminuto y seco insulso y vacío Carente de vida, de cualquier sentido En el momento menos oportuno He vislumbrado tu amarga presencia En el delirio, de mi ser nocturno Has arrancado mi total esencia