La justicia está corrupta, solo está determinada por la suma de bienes Siendo el maestro de la corte, el dinero es lo que busco, la ley no me concierne Si me entrega efectivo, puede ser emancipado hasta el más vil bandido En mi corte el dinero es quien da la ley La apariencia no me importa, las edades ni las razas, todo es irrelevante Lo que si me interesa es el tamaño del monto que deseen pagarme Ya que toda tu vida de encuentra en mi potestad Si quieres salvarte solo tienes que pagar Pues ahora tus pecados se encuentran bajo el peso De este juicio de la corrupción Si quieres ser rescatado de las llamas del infierno Solo tienes que complacer a mi ambición Para salvar a mi hija, quien está incapacitada, necesito dinero Se que cuando reúna todos los pecados capitales seré capaz de hacerlo Hoy es otro día en la tribuna de la deshonestidad Malhechores ríen mientras lloran las víctimas Pues ahora tus pecados se encuentran bajo el peso De este juicio de la corrupción Para poder convertir en realidad mis deseos Voy a seguir ejerciendo está injusta ley Hoy un general corrupto, un vil asesino en serie, ha venido a la corte Me entrega un soborno y en ese mismo instante lo declaro inocente Todo el pueblo se enfurece, la guerra civil comienza y el caudillo fallece Su cadáver yace fuera del tribunal La ira de los ciudadanos, con destino a mi persona se halla dirigida Pero nunca tendré miedo mientras permanezca al lado de mi querida hija Bajo los escombros de aquél destrozado hogar Los restos de padre e hija puedes encontrar Desperté en un oscuro, triste y tenebroso sitio: La entrada al inframundo Paraíso o penitencia, el maestro del infierno es quien da la sentencia Si me entrega efectivo, puede ser emancipado hasta el más vil bandido En el infierno el dinero es quien da la ley Me le acerco lentamente al maestro del infierno y susurro sonriente Toda mi vasta fortuna A la cual yo atesoro Nunca va a ser tuya Hacia la gran puerta yo comienzo a caminar Al entrar mi cuerpo cae hacia el abismo del más allá Pues ahora mis pecados se encuentran bajo el peso De este juicio de la corrupción No voy a dejar siquiera que el maestro del infierno Ejerza una condena en mi Pues yo sé que algún día voy a tener en mis manos Los trozos de un pecado capital Y se que cuando eso ocurra, este infierno devastado Para mi hija será una utopía ideal