Puedo sentirlo en mi lengua
Ladrillo y mortero
Tan gruesos como las Escrituras
Dibujando lineas en la arena y poniendo bordes

Tan altas como torres
Yo balbuceo, hasta que se me va la voz
Esta colina en la que moriré, es de
Noventa metros de ladrillos
Teñidos índigo e inscritos con mi nombre y forrados en cedro

Pero las palabras fallan, como
Címbalos chocando, como
Molares crujiendo

Porque, como constelaciones, a un millón de años de distancia
Cada buena intención, cada buena intención
Es interpolación, una línea que trazamos en la matriz
Buscando los rostros
Buscando las formas en el silencio

Todo lo que me queda por escalar
Hacía los cielos es
El abismo de la noche y una cuestión de tiempo
Pero escucho el estruendo
Cuando las placas tectónicas se empiezan a temblar
Y siento mi sangre palpitar como el ritmo de un tambor

Porque, como constelaciones, a un millón de años de distancia
Cada buena intención, cada buena intención
Es interpolación, una línea que trazamos en la matriz
Aferrándose a los rostros
Aferrándose a las formas en el silencio

Como constelaciones, implosionando en la noche
Todo esta girando, todo esta girando
Y las formas que dibujaste
Quizás cambien bajo a una luz diferente
Todo lo que creías saber
Se desplomara, pero tu estarás bien