¡Arde! Un anhelo retorcido de la mente
¡Esta enfermedad, devoradora!
La tentación, cediendo a su oscuro llamado
Euforia, fortalecida por la perversión

En estos ojos me ahogué tantas veces
Ahora mirando fijamente el resplandor del infinito
Sin vida, sin defectos, su miserable belleza
Toco la piel tan fría, mi pasión alimentada por la muerte

¡Arde dentro de mí, fuego impuro!
¡Arde dentro de mí, ansia de muerte!

¡Éxtasis oscuro, vuelve mi espíritu negro!
Un mal antiguo, que surge de mi carne temblorosa
En éxtasis me deleito en el placer prohibido
Regocijándose por los secretos deleites de la tumba

¡Arde dentro de mí, fuego impuro!