Trigueñita mía que duermes sonriente
muy sola entre las flores
Porque en verdad te quiero vengo junto a ti
queriendo despertarte al son de mi guitarra
No creerás que he vuelto
como ya te habías enojado conmigo
No sufriré tu ausencia
Ni aquello que me hiciste

Puede que tú ya hayas olvidado
palabra triste que has dicho
Y a mí siempre se me presenta
Sigo escuchando tu voz
Lo olvidé, no quiero que digas
Por eso he venido a recordarte
Para que sepas que te amo
Estoy llorando por tus palabras

Recuerdas, dulce morena
De un día sábado por la tarde
Cuando íbamos baile
Y yo ya no volví contigo
Y luego el domingo por la mañana
Nos encontramos camino al pueblo
Sin sospechar nada
muy cordial yo te saludé

Sólo te callaste y te me adelantaste
Y desde allí simplemente te seguí
Abrazándote por detrás
te pregunte por qué estabas tan sentida
Tus lágrimas parecían fluir
cuando me decías que por nada
Cuando llegamos a la sombra de un árbol
nos quedamos a conversar.

Apretándome contra tu pecho
me abrazaste y me besaste
diciéndome entre suspiros
Nuestro amor termina aquí
Y en lugar de apenarme de esta forma
Dejémonos el uno al otro
Si tú ya has encontrado
a quién querer más que a mí.

Desde ese entonces llorando
vivo lamentando tu ausencia
Lo que más me entristece en el mundo
es que quedé huérfano de tu amor
Ya sabes que te amo
y todo lo que siento
Siempre serás mi dueña
Trigueñita mía, no te enojes