Después de masturbarme por una hora
Pensar en la multitud de orgasmos fingidos
Qué fracaso tan malparido, que zorrona pa' merecer este castigo
Me arrastré hasta el pan con huevo y derramé un par de lágrima'
Pensé en la Revolución Industrial
Qué cambió de estructura social, decía el profe de historia
Mientras yo me frotaba Cien Sonetos de Amor de entre las piernas
Mecanizada, nunca nadie fue más motor que yo en mi pupitre
En aquel entonces, se me dilataban los epílogos
Brotándome la baba, pragmática de oleaje
En aquellos años, yo era la comandanta
Montaba mi propia carne con autoridad militarizada
Caravana de la muerte, decían en la tele
Y yo me moría por unirme al carnaval que tenía abajo el pantalón del profe de historia
Se lo conocía bastante bien
De la sombra en el caqui, yo era la presidenta
Mejor dejé de pensar en el néctar y seguí con el pan con huevo
Qué corriente alimento pa' este lujo de hotel, pensé
Qué puta enfermedad este ansiolítico
Le dependía tanto que, en el pendiente, le pedí que se viniera adentro
Me divertí más cuando me asaltaron
Y sí, volví al vicio, con redoble de tambores
Mejor me vestí: Esto no es hacer el amor, pensé
Más parece un heavy metal
Cada hombre con el que me acosté
Se ha enamorado de ella y se ha levantado conmigo
Pero, el día de mi muerte
El día de mi muerte, me iré en primera clase
Y ellos harán una fiesta de plañidos porque, por fin, me verán de blancos ojos
Será una boda magnánima, estará mi padre y mis pedofigiosos
Y brotarán del cielo millones con daddy issues
Me tomo un café, de pronto, llueve
Pero no con las ganas que quiero
Esta mediocridad, la humedad, me recuerda a su beso de buenos días
Mi clima favorito es el sexo
Hablando de genitalicidios, compuse una canción
Sobre las complicadas relaciones exteriores de una mujer en la cotidianidad de los abusos
Yo, como agregada inmoral, diplomáticamente en el verso principal
Mientras lloraba, mientras lloraba
Mientras lloraba, mientras recordaba
Mientras me culpaba
Declamé
Vomité como si tal acto me limpiara la entre pierna
Me lavé ciento cincuenta y ocho veces con jabón y agua bendita
Fueron ciento cincuenta y ocho las puñaladas
Las sentí mientras me respiraba en la nuca
Yo creo que duró como minuto y medio
Pero se sintió como una muerte entera
Al día siguiente, fui a la escuela
Le solté el dobladillo al uniforme
Desayuné pan con mermelada
En la clase de historia, hablaron de la conquista